Luego de la división del reino davítico en "dos casas" en el 930 A.C. después de la muerte de Salomón, hubo otros dos eventos que marcaron la historia de ISRAEL para siempre:
1) el destierro del reino de Israel(Efraín); mezclado con las naciones e indiferenciado con ellas, sin memoria ni retorno a su tierra hasta nuestros días,
2) el exilio, la cautividad, la purificación y el retorno del reino de Juda, que quedó como único testigo ante las naciones del pueblo santo de YaHVéH (1).
Y la profecía afirma que estos dos traumas que acrecentaron el trauma de la división en "dos casas" del reino davítico se curarán al final de los días con la restauración del "Tabernáculo caído de David", es decir, la reunificación de todo ISRAEL - un remanente salvo de las doce tribus - que será congregando a su tierra de la diáspora milenaria en un mega-evento portentoso (ver el Exodo Mayor de Israel que se aproxima). Y será cabeza de este reino reunificado - la restauracion del Tabernáculo de David - el Mesías de ISRAEL, el "Hijo de David", nuestro Señor Jesucristo/YeshuaHamashiaj.
Veamos una reseña de como sucedió el destierro del reino de Israel(Efraín) y el exilio del reino de Judá:
En el año 722 A.C. el emperador asirio Sargon II completó el destierro del reino de Israel(Efraín) profetizado por Oseas y Amos (Oseas 9:3: 9:17: 5:11). Los asirios instalaron primeramente a los cautivos "hijos de Israel" en "Halah, en Habor, junto al río Gozan, y en las ciudades de los medos" (2 Reyes 17:6; 18:11). Esto es la frontera norte/noreste del Imperio Asirio de entonces. Y los asirios llamaron a los cautivos con un nombre que despistó a los historiadores por mucho tiempo: "hijos de Omri" . Este es muy diferente a su nombre registrado en la profecía: "hijos de Israel" / "casa de Israel" / "Efraín". Y así, la mayor parte de los pasajes del AT quedaron sin aparente respaldo histórico hasta el descubrimiento del obelisco negro de Salmanasar III, en el año 1842, que dio la pista del nombre que la historia había registrado para referirse a la "descendencia de Israel" entre las naciones (ver "Soplados por el viento Solano")
A partir de esta cautividad de los "hijos de Israel" en el norte/noreste de Asiria, y su posterior migración a los "cuatro vientos" de la tierra, la simiente de Abraham es "zarandeada" y "mezclada" entre las naciones de modo que estas acabarían entrando en el plan de redención de la "casa de Israel". Esta redención se hizo efectiva cuando el "Hijo de Dios/Elohim" vino a sufrir y morir por los "pecados de su pueblo", levantando la pena que estaba sobre la "casa de Israel" y la "casa de Judá". Y esta obra misteriosa la misericordia de YaHVéH les fue anunciada a los "hijos de Israel" indiferenciados con las naciones, enviado a ellas el evangelio de la paz por medio de los apóstoles. De este modo el Señor de Israel se convirtó en el Señor de todos (Hechos 10:36) ya que la simiente de Abraham se mezclo con todas las naciones. El otro exilio, el del "Reino de Juda", es conocido. Cuando se declaran los juicios sobre el reino del Israel(Efraín) - bajo el reinado de Jeroboam II - la Palabra declara que todavía los "judíos" caminaban con rectitud delante de YaHVéH (Oseas 1.7; 11:12).
Pero unos años mas tarde los "judíos" cayeron también en apostasía y el reino de Juda - el único existente en la tierra de la promesa - se hizo merecedor de un juicio similar al de sus hermanos del norte. Así, en el año 587 A.C, el emperador babilonio Nabucodonosor toma Jerusalem luego de un largo asedio y los judíos son llevados en cautividad a Babilonia. Sin embargo, a diferencia del exilio del reino del Israel(Efraín), este exilio babilonio de Judá no sería sin memoria ni retorno. Los judíos conservarían sus costumbres y su identidad nacional y el anhelo de retorno a su patria y a su ciudad santa Jerusalem. Y entonces – luego de que ese retorno se hizo efectivo 70 años después - ya purificados de sus idolatrías, los judíos se confirmaron como los únicos guardianes de los oráculos de YaHVéH y de la identidad histórica del pueblo que había recibido la Ley en el Sinaí.
Sin embargo, si bien YaHVéH mantuvo con el retorno del exilio del pueblo judio un testigo histórico visible - aunque parcial - de su pueblo ante las naciones, los traumas de la división (930 A.C.) y la extirpación de 10 tribus del cuerpo de ISRAEL (722 A,C,) del único reino davitico habían quedado sin resolución. Y la profecía comienza a hacer referencia permanente - de un modo u otro - al venidero reino del "Hijo de David" al final de la historia, que cumpliría esa demanda pendiente de reunificación y restauración de ISRAEL. Esto es lo que se llama en la profecía: la restauración del Tabernáculo caído de David (Amos 9:11, Hechos 15:16-18), que equivale al Reino de los Cielos en el Nuevo Testamento.
Y a esto hace referencia la pregunta de los discípulos al Maestro resucitado:
¿restituirás el reino á ISRAEL en este tiempo?
(Hechos 1:6)
Y a esta restauración futura del reino davítico alude Jacobo señalándolo como el misterio subyacente en la evangelización a los gentiles (Hechos 15:16-19). Y este es el misterio que está para ser revelado a las "iglesias de Cristo" a partir del momento en "que haya entrado la plenitud de los gentiles" (Romanos 11:25) en el Nuevo Pacto. Entonces los "cristianos" fieles - los escogidos y fieles - luego de separada la cizaña del trigo en las "iglesias de Cristo" por los rigores de la persecución, seran revelados como el remanente salvo de los "hijos de Israel"/"casa de Israel/"Efraín" que retornará a su tierra a edificar de nuevo el Tabernáculo caído junto al "Hijo de David", el Cordero de Dios/Elohim: que conoceremos como "YaHVéH Justicia Nuestra".
Entonces todas las profecías mesiánicas serán cumplidas....()...(1) a esto debe agregarse la diaspora de los judios luego del año 70 D.C.. Pero esa diaspora - a diferencia de la de los "hijos de Israel"/"casa de Israel"/"Efraín" no fue sin memoria sino que continuaron siendo testigos de YaHVéH ante las naciones.