PABLO,

Y LAS DOCE
TRIBUS

El apóstol Pablo en su testimonio ante el rey Agripa declara:

"Y ahora, por la esperanza de la promesa
que hizo Dios a nuestros padres
soy llamado a juicio;
promesa cuyo cumplimiento esperan
que han de alcanzar nuestras doce tribus,
sirviendo constantemente
a Dios de día y de noche".
(Hechos 26:6)

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Y aquí hay una declaración heterodoxa con respecto a lo que generalmente creemos que fue el objetivo de la misión de este gran apóstol: él afirma que es "por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres" que fue llevado a juicio, no por estar predicando el evangelio a los gentiles. Y para abundar en claridad especifica: "promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus". Y aquí se desencaja por completo la idea que tenemos de su misión apostólica.

El apóstol Pablo - el único que fue levantado para ir a los gentiles luego de "los doce" a quienes se les encomendo ir a la "casa de Israel"- tenia claro que el principal objetivo de su misión era alcanzar a las doce tribus de Israel, incluyendo a las diez desterradas entre las naciones a partir del año 722 A.C., con la promesa que hizo Dios a los patriarcas de ISRAEL. Y esta promesa era la de un Reino mesiánico bajo la Jefatura del Hijo de David, un descendiente del arquetípicio rey que unifico Israel en el año 1.010 A.C y fue el primero en gobernar sobre las 12 tribus de ISRAEL. Y se sabías que este "Hijo de David" llegaría en los últimos días.

Repasemos algunos hechos:

Pablo - antes Saulo - había sido levantado apóstol/enviado del Señor a los “gentiles” en el camino a Damasco. Pero su misión incluía también otros dos objetivos asociados a ella: los "reyes" y los "hijos de Israel". Leemos:

“El Señor le dijo:
Ve, porque instrumento escogido me es éste,
para llevar mi nombre en presencia
de los gentiles,
y de reyes,
y de los hijos de Israel;
(Hechos 9:15 )

Y efectivamente, a pesar de su frustración en el principio de su ministerio por haber tentado llevar el nombre de Cristo a los judíos (que no era su misión pero quizás no lo sabía) finalmente se volvió definitivamente a los gentiles (Hechos 28:28). Y encarrilado en el objetivo que era el determinado por Quien lo envió lo cumplió magníficamente (aquí hay un mensaje para todos los creyentes, pero no voy a detenerme en ello).

Y su misión que abundó en obras - las "señales de los apóstoles" - también fue rubricada por cartas apostólicas a las iglesias que iban siendo fundadas. Estas cartas componen la gran mayoría del cánon del Nuevo Testamento y cruzaron así todos los siglos de la gracia - hasta nuestros días - llevando el aliento vivificador del Espíritu a todos los rincones de la tierra.
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Pero, ademas de su testimonio a los gentiles, también dio un vigoroso testimonio - generalmente en cadenas - ante reyes, según lo que también estaba profetizado. Personalmente lo dio ante Felix, Festo, Agripa, el principal de las isla de Malta y César. Pero por su palabra escrita lo dió a todos los reyes de lo que fue la cristiandad, que fueron poderosos, a través de los siglos de la gracia.

Y finalmente, la encomienda apostólica que el Señor Jesús/Yeshua había determinado para Saulo/Pablo incluía ir a los “hijos de Israel”, cosa que solemos obviar. ¿Y quienes eran los hijos de Israel?: la descendencia desterrada del norteño reino de Israel(Efraín), también llamada en la palabra profética la "casa de Israel", desterrada entre las naciones luego de su cautiverio en Asiria. Y en esta ultima parte su polivalente misión, el testimonio de Pablo coincidía con el de los doce apóstoles del Cordero.

Y esta última parte la cumplió dando testimonio ante los “hijos de Israel” en los territorios de las actuales Inglaterra, Francia y Suiza, adonde fue entre su primera y segunda prisión. Esto no figura en los registros bíblicos, aunque si en la tradición y otros escritos (leer el estudio a continuación de éste) .

De modo que el apóstol Pablo comprendía igual que “los doce” la prioridad de la misión apostólica ante las tribus de Israel dispersas - la "casa de Israel"/"hijos de Israel" también llamadas en la profecía las tiendas de Jacob (Isaias 49:5-6) - tal como lo proclama en el testimonio ante el rey Agripa que citamos al comienzo. Aunque el centro de su particular llamado del apóstol Pablo fue sin duda "ir a los gentiles" (Hechos 22:21).

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