he aquí yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia”

(Jeremías 30:18)

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'YaHVéH Justicia Nuestra':


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LA GLORIA DEL REY/SUMO SACERDOTE (3)


melquisdec

(conclusión)


Observemos ahora el nuevo sacerdocio que cambió radicalmente el orden de culto del antiguo pacto. Este nuevo sacerdocio "según el orden de Melquisedec" es radicalmente diferente del primero y lo supera en todo. De Melquisedec se dice que era: "rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo" y que "sacó pan y vino". No se registra de él genealogía, ni dejó a nadie en su lugar. Es decir, el Melquisedec que fue tipo del que vendría en la plenitud de los tiempos expuso los mismos emblemas que nos dejo Jesús/Yeshua: "pan y vino", su cuerpo y su sangre dados en sacrificio para nuestra justificación.


El Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto no es descendiente de Araon, sino que – legalmente – lo es de David pero en realidad es “sin genealogía” por ser el Hijo del Eterno. Y Él mismo es sacrificio perfecto y único para toda la eternidad por nuestros pecados (los pecados de su pueblo). Ante Él, el fruto de la semilla de Abraham, que es el pueblo de ISRAEL, tiene que curvarse del mismo modo que Abraham lo hizo ante el Rey de Salem en sus días. De modo que, tal como los señala el libro de Hebreos, el tipo del Nuevo Pacto que es por la fe, es anterior al antiguo pacto que es por la Ley.


Y así, cuando el Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto – que llamaremos "YaHVéH Justicia Nuestra" - se siente finalmente en Su trono en el Nuevo Templo de Jerusalem - por Él mismo construido – se verá una escena muy diferente al orden de culto del antiguo pacto. En Zacarías 6:13 hay una visión de este Sacerdocio Real futuro "según el orden de Melquisedec":

“El edificará el templo de YaHVéH,
y él llevará gloria,
y se sentará y dominará en su trono,
y habrá sacerdote a su lado;
y consejo de paz habrá entre ambos.”


Para entender la profunda Novedad de lo que aquí se está afirmando recordemos que YaHVéH retiró Su unción al precipitado Saúl y cubrió de lepra al buen rey Uzias por haber querido ministrar como sacerdotes del antiguo pacto, siendo solo reyes. En esos días – en el antiguo pacto - el sacerdocio y la realeza estaban rígidamente separados en sus funciones y cualquier transgresión del límite entre uno y otro estaba severamente penada, muy especialmente si un rey se entrometiera en el orden de culto a YaHVéH reservado solo a los sacerdotes. ¡Sin embargo en el Templo del milenio no solo ministrará un rey sino que allí estará su Trono! Como está dicho en Ezequiel 43:7:

"y me dijo: hijo del hombre,
este es el lugar de mi Trono"


Y cuando el Mesías de ISRAEL y Sumo Sacerdote del Nuevo y eterno Pacto presida desde su trono en el Nuevo Templo lleno de la Gloria de su Presencia, será Rey y Sumo Sacerdote al mismo tiempo y en el mismo lugar. Y habrá acuerdo perpetuo entre Él y los sacerdotes que lo asistirán a su lado. En el Nuevo Templo del milenio no habrá Arca del Pacto, ni la gloria de YaHVéH hablará en medio de los querubines de oro sobre su cobertura, sino que el propio Dios/Elohim - Emanuel - estará en el Templo y será Sumo Sacerdote y Rey exaltado del Reino de los Cielos/Tabernáculo de David que habrá bajado a la tierra en medio de su pueblo. ¡La gloria del Nuevo Templo emanará del Sumo Sacerdote sentado en el Trono y no estará mas oculta detrás de una espesa cortina! Tratemos de imaginar lo maravilloso de la escena.


Y reparemos también ¡con asombro! lo que se afirma en Apocalipsis 5:10 (así como en 1 Pedro 1:9) con respecto al pueblo del Nuevo Pacto:

“y nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre;
a él sea la gloria el imperio
por los siglos de los siglos.
Amén”.


¿En dónde se afirma cosa similar en el antiguo pacto? ¿En donde se dice que es posible llegar a ser sacerdotes y reyes – las dos cosas juntas y al mismo tiempo - tan solo por fe sin consideración de linaje alguno? En ningún lugar del porque - como decimos - esto era un concepto considerado herético en el antiguo pacto, en donde solo era posible llegar al sacerdocio o a la realeza por herencia de sangre y ambas funciones estaban y se mantenían rígidamente separadas. Sin embargo en el Nuevo Pacto se llega a las dos por la fe en la sangre expiatoria del Hijo del Altísimo: nuestro Señor Jesucristo/ YeshuaHamashiaj, que llamaremos, cuando moremos a su lado en la Sión en Gloria venidera: “YaHVéH Justicia Nuestra”. ¡Aleluya!


Por lo tanto el Nuevo Pacto, sellado con la preciosísima sangre del Mesías de ISRAEL, está separado - o se desarrolla en un nivel muy superior - del antiguo, a pesar de que se trate de un Pacto entre las mismas partes que el primero: YaHVéH y su pueblo elegido: ISRAEL.


El Pacto que vino a ofrecer Jesús/Yeshua – el Hijo de Dios/Hijo del Hombre – a su pueblo es un mejor Pacto, un superior Pacto y un Nuevo Pacto al que solo podemos acceder aceptando la Novedad en todos sus términos. Si así no lo hacemos, si queremos poner vino nuevo en odres viejos, nos volvemos rebeldes a la Palabra y desandamos el camino de la revelación progresiva de los propósitos del Eterno para los hombres, alterando el orden planeado desde la fundación del mundo que debemos contemplar con éxtasis espiritual.


El Rey de reyes y Señor de señores del mundo venidero/ atid lavoh será también el Sumo Sacerdote de nuestra fe. Este es el inigualable sacerdocio según el orden de Melquisedec al que apunta toda la profecía. Y del Trono instalado en el medio del Nuevo Templo emanará la excelsa e inigualable gloria del Eterno. Su Tabernáculo habrá bajado a la tierra. Volvamos a leer Ezequiel 43:5-7:


“Y el Espíritu me levantó
y me llevó al atrio interior,
y he aquí, la gloria del SEÑOR llenó el templo.
Y oí a uno que me hablaba desde el templo...

y me dijo: Hijo de hombre,
este es el lugar de mi trono,
el lugar de las plantas de mis pies,
donde habitaré entre
los hijos de Israel para siempre”.


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