he aquí yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia”

(Jeremías 30:18)

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La primera promesa de YaHVéH
a Abraham
y su multitudinaria
descendencia.



Cuando YaHVéH decidió intervenir personalmente en la historia se le apareció a Abraham y le hizo una promesa (o un manojo extraordinario de promesas):

Te multiplicaré en gran manera,
y de ti saldrán naciones y reyes.
Génesis 17:6

Aquí se puede antever la grandeza del Propósito que comenzaba en ese momento. Otra versión dice así:

“Te haré muy, pero muy fértil,
y yo haré que salgan de ti
reyes y naciones enteras “

Véase que no se habla aquí de una nación y un linaje real para la descendencia de Abraham – que sería Su vehículo e instrumento - sino de muchas naciones y muchos reyes. Y para confirmar esta firme determinación que sería el instrumento principal de YaHVéH en la historia dice luego de Sarai/Sara, la esposa de Abram/Abraham:

“vendrá a ser madre de naciones;
reyes de pueblos nacerán de ella"
(versos 15 y 16).

Palabras grandiosas: “madre de naciones”, “reyes y pueblos nacerán de ella”. Y si queremos una mayor confirmación todavía sobre el grandioso destino de la descendencia de Abraham, leemos que, cuando este pasó por la extraordinaria y exigente prueba de obediencia de ofrecer su hijo Isaac en holocausto, YaHVéH hace algo que nos debería llenar de temor reverente: ¡jura por Si mismo! y dice a Abraham:

“multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar”
Génesis 22: 17 a

lo que es una confirmación de la obstinada determinación de YaHVéH de hacer surgir de la prole de Abraham una descendencia que cubrirá la tierra, que sería imposible de contar, imposible de imaginar. Y luego agrega un dato no menor para Quien iba a guiar la historia:

“tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"
Génesis 22:17:b

Este seria el Pulso de la historia: las naciones surgidas de la descendencia de Abraham obtendrían el triunfo final sobre sus enemigos. Finalmente en el versículo 18 de Génesis 22 se dice algo que debemos entender a cabalidad que es corolario de lo anterior:

“También prometo que todas las naciones del mundo
serán bendecidas por tu descendencia,
gracias a que tú me obedeciste”.

¡Que promesa extraordinaria! ¿No habría de marcar la historia de las naciones? Debemos asumir entonces que el Plan de Redención para todas las naciones de la tierra incluye un proceso misterioso por el cual la semilla de Abraham llegaría a estar en medio de todas las naciones de la tierra, para bendecir y para hacer victoriosas aquellas que se adecuaran a su Propósito y/o contuviesen su descendencia. Es en referencia a estas cosas que se dice en Hebreos 6:13-15:

“Cuando Dios hizo la promesa a Abraham,
no pudiendo jurar por otro mayor,
juró por sí mismo
diciendo:’De cierto te bendeciré
con abundancia y te multiplicaré grandemente’.
Y habiendo esperado con paciencia,
alcanzó la promesa”

Lo que muestra la relación estrecha entre las promesas a Abraham y el evangelio. Pero ¿cómo sabemos que la paciencia de Abraham vio el cumplimiento de esta promesa que transformaría el mundo? Primero por el nacimiento de su hijo Isaac, siendo él y Sara ya ancianos, habiendo “esperado contra toda esperanza” – porque Sara era infértil - casi treinta años para su cumplimiento. Y al final de esa larga espera, de un vientre doblemente infértil por su naturaleza y por el paso de los años, nació Isaac. Ese fue un gran milagro que señalaba hacia delante a una descendencia prodigiosa. Pero también la Palabra nos dice que Abraham verá el fruto de la descendencia prodigiosa que nacería de Isaac y de las naciones que con ellas se formarían. Leemos en el Salmo 47:

“Dios reina sobre las naciones;...
Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra”.

Esos escudos que enmarcarán el Reino mesiánico venidero, y que indican que todas las naciones serán posesión del “Dios de Abraham” son de las victoriosas naciones bendecidas con prosperidad por la descendencia de Abraham. Y el “Dios de Abraham” – YaHVéH - convocará un remanente de todos los pueblos de la tierra como ovejas suyas por haberle obedecido:

"Y yo mismo recogeré
el remanente de mis ovejas
de todas las tierras adonde las eché,
y las haré volver a sus moradas; ...
y no temerán más, ni se amedrentarán,
ni serán menoscabadas, dice YaHVéH"
Jeremías 23:3-4

esto es, los que previamente habrán sido redimidos por la sangre de “LA” descendencia por excelencia de Abraham que es Cristo. A este remanente de naciones salvas hace referencia Apocalipsis 21:24 refiriéndose a la gloria de la Jerusalem venidera:

“Las naciones que hayan sido salvas
andarán a la luz de ella
y los reyes de la tierra traerán
su gloria y su honor a ella”.

Veamos ahora cómo la descendencia de Abraham se introdujo en las naciones y sigamos luego una de las innumerables sagas de esta muchedumbre mas grande de lo que podamos imaginar que transformo radicalmente la historia a su paso, y la imantó con el Propósito de YaHVéH, y mas tarde veremos mas cosas del extraordinario ramillete de promesas de YaHVéH a Abraham.


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